CORREO ELECTRÓNICO

Si quieres comentar, preguntar o sugerir : javierrs2001@gmail.com

jueves, 20 de diciembre de 2012

PARA QUÉ TRABAJAR DOCE HORAS DIARIAS...

España ocupa los últimos lugares de productividad en Europa; sin embargo, ostenta uno de los primeros en número de horas dedicadas al trabajo.

Largas jornadas laborales consecuencia de reuniones infinitas e innecesarias  y
una pausa para comer que en algunos casos se prolonga durante tres horas, son algunos de los factores que convierten a nuestro país en el paradigma de los malos horarios.


Calidad de vida
Según Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios, "vivimos anclados en la cultura de la presencia, sin importar mucho si el trabajo se hace bien o mal.

Las horas que se pasan en el puesto ya no pueden ser la vara de medir al trabajador, lo que cuenta es su rendimiento. Abogamos por la cultura de la eficiencia, incluso de la excelencia, imprescindible para competir en un mundo cada día más competitivo". Éste y otros asuntos se pusieron sobre la mesa en la III edición del Congreso para Racionalizar los Horarios Españoles celebrado recientemente y donde se premió a Iberdrola, La Vanguardia y la Fundación Alares por su labor para mejorar los horarios.
Ya no se trata de trabajar más horas, sino de hacerlo mejor y aprovechar el tiempo dedicado al trabajo . Algunas empresas como MRW e Iberdrola lo han hecho ajustando su jornada laboral. Hace doce años que la empresa de transportes estableció un horario de 8.00 a 16.00 horas en la central, una medida que intenta ser un referente para su red de más de 1.300
franquicias.


"Sólo las personas satisfechas son más productivas y, en este sentido, dan más valor a su tiempo y al que comparten con su familia.


Poder finalizar la jornada a una hora concreta es uno de los factores para conseguirlo", explica Buqueras. Alares, empresa experta en asistencia familiar, ha establecido unos horarios adecuados tanto al servicio que presta como a las necesidades de sus empleados: "La plantilla tiene flexibilidad horaria, aquellos profesionales que están a turnos pueden solicitar un cambio, que la empresa valora cuando se producen vacantes; asimismo los empleados con hijos pueden pedir un horario flexible o intensivo de 8.00 a 15.00 horas", dice Javier Benavente, presidente de la compañía.

En su empeño por adaptarse a las necesidades de su plantilla, la Fundación Thyssen-Bornemisza creó hace un año los horarios a la carta. "Como fichar resultaba complicado, decidimos establecer un horario flexible que permitiera comer en media hora o realizar una jornada continuada, en función de las preferencias de cada empleado", recuerda Sara Neira, directora de recursos humanos de la fundación, en la que se manejan 52 horarios diferentes para una plantilla de 110 trabajadores. El 77% de los mismos se ha acogido a esta medida, un 74% de ellos tiene carga familiar.

Fuente: jovenmania.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario