Erase una vez un chico que
comenzó a estudiar la carrera de Informática. Antes de terminar el
primer año de carrera, tenía ofertas de 8 empresas distintas para
trabajar con ellos. Se lo rifaban…
Hago aquí una parada: ¿qué te parece como empieza la historia? ¿Te gustaría ser tú? Si le ha pasado a él, te puede pasar a ti, no? Quieres que te diga cómo conseguirlo? Apunta: encuentra el DeLorean y viaja en el tiempo a 1977, cuando se iniciaron los estudios de Informática en España, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática (ETSI INF) de la Universidad Politécnica de Madrid. Sí, la historia tenía truco, por supuesto…
El chico del que hablo era mi padre, y como él, los alumnos que salieron de la primera promoción de Informática eran los estudiantes más buscados y demandados en el mercado. Sólo con estar matriculados en la Universidad tenían trabajo asegurado. No te cuento esto para ponerte la miel en los labios, te cuento esto para que entiendas la primera mala noticia que tengo que contarte: cuando cojas el DeLorean de vuelta al futuro, al 2013, te encontrarás que en este año ya nadie te paga (solo) por tus títulos.
En realidad es irónico, porque tenerlos los tienes que tener, como las prendas de fondo de armario (las mujeres me entenderán mejor): igual que tienes que tener una buena camisa blanca, una chaqueta de vestir negra y el little black dress, hoy en día el “must” de la titulitis que todo lo ve es un título superior, un máster del universo y un buen nivel de inglés. Eso sí, no te aseguran nada, oiga, pero por debajo de eso ni empezamos a hablar.
Establezcamos ese mínimo, entonces. Todos los que nos presentamos tenemos los títulos que se demandan en el puesto que tú quieres, y vamos a poner incluso que todos tenemos la experiencia que se exige. ¿Por qué me van a contratar, entonces?
Pues por unos seres misteriosos –tipo midiclorianos- que se llaman “competencias”, palabro que los de RH2 empleamos una y mil veces: “que si el perfil competencial por aquí, la competencia “soft” por allá”… y eso por qué te lo cuento?
1. ÚTIL
Para que a un profesional se le considere valioso y se le quiera contratar, debe ser capaz de crear/hacer algo que otros valoran. Algo útil en el mercado, algo que haya suficiente volumen de gente/ empresas dispuestas a pagar por ello. Aunque me pueda apasionar hacer puzzles, no voy a tratar de encontrar un trabajo como “puzzleadora”, ya que dudo que nadie le encuentre ninguna utilidad o esté dispuesto a pagarme por ir a su casa a hacerle sus puzzles. Por ello debes empezar a pensar lo que haces en términos de qué consigue para los demás, por qué es útil para los demás: ¿qué MEJORAS, REDUCES, CREAS O AUMENTAS?
2. DIFERENTE
Además de ser capaz de hacer algo que otros valoran (útil), debes hacerlo de manera especial, diferente, única. Si todo el mundo tiene las mismas competencias y lo hace todo igual, ningún candidato podrá ser considerado más valioso o interesante que otro. Tienes que ser capaz de identificar en qué eres especial, qué problema resuelves o necesidad satisfaces de manera diferente. Hay miles de niños que juegan al fútbol y sueñan con ganar un mundial, pero sólo algunos lo lograrán, porque jugarán de manera especial, diferente, única. El resto seguirá divirtiéndose jugando al fútbol, pero no serán seleccionados por los ojeadores.
3. CONSTANTE
Lo que haces que es útil y además haces de manera diferente, debe mantenerse en el tiempo como útil y diferente. Si mañana todo el mundo lo puede hacer exactamente igual que tú, perderás tu valor y diferenciación. Me pongo una medalla para darte un ejemplo: yo me precio de escribir los mejores CVs que se hacen en este momento. Así lo digo ;o) Se suma que tengo mucha experiencia seleccionando gente, un máster en marketing y comunicación –por tanto sé cómo presentar un producto para su venta- y encima me he formado con escritores de CVs certificados en EEUU. Si mañana todo el mundo pudiera reunir esas circunstancias, dejaría de tener valor mi trabajo. Si eso ocurre, a otra cosa, mariposa. Reinventarse, que dicen. Del mismo modo, si estás tratando de acceder a un trabajo que ya no se demanda, que se está sustituyendo, por mucho que te cueste debes entender que tus oportunidades en mercado tienden a cero.
4. FIABLE
La cuarta razón para que te contrate es que lo que haces que es útil, diferente y constante en el tiempo, debo poder confiar que lo vas a hacer como dices, que lo seguirás haciendo y además irás mejorando. Es decir: que vas a cumplir con lo que dices. Para esto es clave que generes reputación de confianza en tu trabajo, este es el altavoz más poderoso para llegar a quien te interesa. Para que alguien confíe en ti y en tu trabajo, debes confiar tú el primero y actuar con constancia y manteniendo tus promesas y tus propios estándares de calidad para generar esa reputación de trabajo bien hecho.
Antes de ponerte a mandar CVs como loco, piensa: ¿qué haces que es útil para alguien, que haces de manera diferente, con constancia y generando confianza? O te estás limitando a ofrecer “más de lo mismo”? Estás seguro que estás explicando a tu mercado qué es lo que tú sabes hacer que es útil y valioso? Si te replanteas tu manera de presentarte al mercado desde esta perspectiva y comienzas a comunicar a tu sector y futuros empleadores que lo que tú ofreces es útil, diferente, constante y fiable, verás como empiezan a girarse cabezas. Y eso, créeme, es bueno.
BLOG "ZUMO EMPLEO"
Hago aquí una parada: ¿qué te parece como empieza la historia? ¿Te gustaría ser tú? Si le ha pasado a él, te puede pasar a ti, no? Quieres que te diga cómo conseguirlo? Apunta: encuentra el DeLorean y viaja en el tiempo a 1977, cuando se iniciaron los estudios de Informática en España, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática (ETSI INF) de la Universidad Politécnica de Madrid. Sí, la historia tenía truco, por supuesto…
El chico del que hablo era mi padre, y como él, los alumnos que salieron de la primera promoción de Informática eran los estudiantes más buscados y demandados en el mercado. Sólo con estar matriculados en la Universidad tenían trabajo asegurado. No te cuento esto para ponerte la miel en los labios, te cuento esto para que entiendas la primera mala noticia que tengo que contarte: cuando cojas el DeLorean de vuelta al futuro, al 2013, te encontrarás que en este año ya nadie te paga (solo) por tus títulos.
En realidad es irónico, porque tenerlos los tienes que tener, como las prendas de fondo de armario (las mujeres me entenderán mejor): igual que tienes que tener una buena camisa blanca, una chaqueta de vestir negra y el little black dress, hoy en día el “must” de la titulitis que todo lo ve es un título superior, un máster del universo y un buen nivel de inglés. Eso sí, no te aseguran nada, oiga, pero por debajo de eso ni empezamos a hablar.
Establezcamos ese mínimo, entonces. Todos los que nos presentamos tenemos los títulos que se demandan en el puesto que tú quieres, y vamos a poner incluso que todos tenemos la experiencia que se exige. ¿Por qué me van a contratar, entonces?
Pues por unos seres misteriosos –tipo midiclorianos- que se llaman “competencias”, palabro que los de RH2 empleamos una y mil veces: “que si el perfil competencial por aquí, la competencia “soft” por allá”… y eso por qué te lo cuento?
Para que entiendas que los seleccionadores no buscamos a alguien por lo que sabe, sino por lo que HACE o lo que logra que otros HAGAN con eso que sabe.Las competencias son todo aquello que sabemos (conocimientos) y sabemos hacer (capacidades y habilidades / destrezas) que empleamos para realizar algo en específico o tratar un tema determinado. Ahíesná. Con las competencias que Dios le ha dado y que se ha trabajado, la gente crea y logra cosas valiosas. Y aquí te explico cómo debes identificar y utilizar las tuyas para convencer al seleccionador:
1. ÚTIL
Para que a un profesional se le considere valioso y se le quiera contratar, debe ser capaz de crear/hacer algo que otros valoran. Algo útil en el mercado, algo que haya suficiente volumen de gente/ empresas dispuestas a pagar por ello. Aunque me pueda apasionar hacer puzzles, no voy a tratar de encontrar un trabajo como “puzzleadora”, ya que dudo que nadie le encuentre ninguna utilidad o esté dispuesto a pagarme por ir a su casa a hacerle sus puzzles. Por ello debes empezar a pensar lo que haces en términos de qué consigue para los demás, por qué es útil para los demás: ¿qué MEJORAS, REDUCES, CREAS O AUMENTAS?
2. DIFERENTE
Además de ser capaz de hacer algo que otros valoran (útil), debes hacerlo de manera especial, diferente, única. Si todo el mundo tiene las mismas competencias y lo hace todo igual, ningún candidato podrá ser considerado más valioso o interesante que otro. Tienes que ser capaz de identificar en qué eres especial, qué problema resuelves o necesidad satisfaces de manera diferente. Hay miles de niños que juegan al fútbol y sueñan con ganar un mundial, pero sólo algunos lo lograrán, porque jugarán de manera especial, diferente, única. El resto seguirá divirtiéndose jugando al fútbol, pero no serán seleccionados por los ojeadores.
3. CONSTANTE
Lo que haces que es útil y además haces de manera diferente, debe mantenerse en el tiempo como útil y diferente. Si mañana todo el mundo lo puede hacer exactamente igual que tú, perderás tu valor y diferenciación. Me pongo una medalla para darte un ejemplo: yo me precio de escribir los mejores CVs que se hacen en este momento. Así lo digo ;o) Se suma que tengo mucha experiencia seleccionando gente, un máster en marketing y comunicación –por tanto sé cómo presentar un producto para su venta- y encima me he formado con escritores de CVs certificados en EEUU. Si mañana todo el mundo pudiera reunir esas circunstancias, dejaría de tener valor mi trabajo. Si eso ocurre, a otra cosa, mariposa. Reinventarse, que dicen. Del mismo modo, si estás tratando de acceder a un trabajo que ya no se demanda, que se está sustituyendo, por mucho que te cueste debes entender que tus oportunidades en mercado tienden a cero.
4. FIABLE
La cuarta razón para que te contrate es que lo que haces que es útil, diferente y constante en el tiempo, debo poder confiar que lo vas a hacer como dices, que lo seguirás haciendo y además irás mejorando. Es decir: que vas a cumplir con lo que dices. Para esto es clave que generes reputación de confianza en tu trabajo, este es el altavoz más poderoso para llegar a quien te interesa. Para que alguien confíe en ti y en tu trabajo, debes confiar tú el primero y actuar con constancia y manteniendo tus promesas y tus propios estándares de calidad para generar esa reputación de trabajo bien hecho.
Antes de ponerte a mandar CVs como loco, piensa: ¿qué haces que es útil para alguien, que haces de manera diferente, con constancia y generando confianza? O te estás limitando a ofrecer “más de lo mismo”? Estás seguro que estás explicando a tu mercado qué es lo que tú sabes hacer que es útil y valioso? Si te replanteas tu manera de presentarte al mercado desde esta perspectiva y comienzas a comunicar a tu sector y futuros empleadores que lo que tú ofreces es útil, diferente, constante y fiable, verás como empiezan a girarse cabezas. Y eso, créeme, es bueno.
Publicado por María Luisa Moreno Cobián
BLOG "ZUMO EMPLEO"
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